Poca gente en las calles -frente al bullicio habitual de las mañanas- y muchos pequeños comercios abiertos componen la estampa de muchos barrios de Buenos Aires y su provincia, donde reside más de un tercio de los 46 millones de habitantes de Argentina, aunque el paro se extiende a todo el país.
Trabajadores estatales, del sector bancario, del comercio (grandes superficies), de la educación, del transporte aerocomercial y de carga secundan este paro que tiene lugar pocos días después de la gran movilización en las calles por el Día Internacional de los Trabajadores, el pasado 1 de mayo, y a falta de una jornada para que se cumplan cinco meses del inicio del Gobierno de Milei.
El sector sanitario prestará una atención mínima, priorizando el servicio de urgencias.
A diferencia de enero, cuando la CGT convocó la primera huelga general en el país desde mayo de 2019, bajo el Gobierno del centroderechista Mauricio Macri, este jueves no habrá una gran movilización y la principal central obrera busca paralizar el país en contra de las reformas estructurales que intenta implementar el Ejecutivo.