Los abogados tailandeses reconocieron a EFE que se había incrementado la cantidad por su parte ante la posibilidad de que ésta fuera contestada por la defensa y reducida por el juez.
“Inicialmente consideramos los 16 millones de bat, pero esta cantidad puede tener que ser reevaluada y es posible que haya que llegar a un compromiso y negociar, lo que podría llevar a una reducción, pues el tribunal no tiene autoridad para aumentarla, solo para disminuirla”, explicó Lak.
Por su parte, Juan Gonzalo Ospina, abogado en España de la familia Arrieta, indicó hoy a EFE por teléfono que los padres y hermana de la víctima mantienen en su reclamación la cantidad inicial revelada en marzo, calculada teniendo en cuenta las pérdidas y gastos que la muerte del cirujano, de 44 años, había supuesto a su entorno.
Los 30 millones de bat, dijo Ospina, “serían un tope máximo” al que “podría ascender la indemnización. Pero la familia no desea pedir esto y sigue manteniendo su petición inicial”.
En este sentido, el letrado español indicó que lo que la familia quiere es que se haga “justicia”.
Ospina consideró también que el cálculo de los abogados de la familia Arrieta en Tailandia, que solo permite participar en el juicio a letrados del país y que actúan como coacusación junto a la Fiscalía, es “hipotético” pues Sancho es insolvente y no tiene intención de indemnizar.
El abogado de oficio de Sancho, Apirchat Srinual, indicó hoy a EFE, por su parte, que la defensa tiene todavía que estudiar la solicitud y decidir si la rebate.
El pago de la indemnización fijada por el juez es un requisito imprescindible para que Sancho pudiera solicitar su traslado a España de ser condenado.
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Los padres de Arrieta, Ana Marcela Arteaga y Leovaldo José Arrieta, de 76 años y quienes no testificarán ya que el juez denegó su petición de que lo hiciesen por videoconferencia, recibían unos 900 euros al mes para sus gastos por parte de su hijo, y “desde su fallecimiento han quedado en situación de pobreza”, según la reclamación de la familia, a la que tuvo acceso EFE.
Sancho está siendo juzgado por el supuesto asesinato premeditado y descuartizamiento de Arrieta el pasado agosto en la isla de Phangan, vecina a Samui.
El español, de 29 años, confesó inicialmente el crimen en la comisaría, si bien después se declaró no culpable y mantiene que la muerte de Arrieta se debió a un accidente durante una pelea.
Sancho y Arrieta, que se conocieron a través de Instagram un año antes, habían quedado el 2 de agosto en la isla tailandesa, día en que tuvo lugar el supuesto crimen en una habitación de hotel.