La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha rechazado este sábado estar implicada en el atentado con coche bomba del viernes en el que murieron dos personas y resultaron heridas otras seis, todas ellas militares, entre los estados de Casanare y Arauca.
El explosivo fue detonado contra efectivos del Ejército apostados en un control en una carretera entre Yopal (Casanare) y Tame (Arauca), una zona en la que tienen presencia tanto el Frente de Guerra Oriental del ELN como las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“No tenemos ninguna responsabilidad en los hechos ocurridos el 21 de julio de 2023 en el sector de Naranjitos”, ha explicado el Frente Oriental del ELN en un comunicado publicado en Twitter en el que reiteran su compromiso con el alto el fuego pactado en junio con el Gobierno.
Las autoridades investigan ahora la posible responsabilidad de otros grupos armados, como las dos disidencias de las FARC con actividad en la región.
Los explosivos estaban colocados en una camioneta Dimax blanca. Sus dos ocupantes murieron por la deflagración, ocurrida en la tarde del viernes.
Además las Fuerzas Armadas están en alerta máxima porque el mismo viernes, en Putumayo, varios soldados fueron atacados con explosivos lanzados desde un dron.
Esa ha sido la primera vez que se ha detectado el uso de drones para este tipo de ataques. Hasta ahora solo se tenía registro de su uso solo para labores de espionaje sobre los movimientos de las tropas.