Este domingo 25 de mayo, Venezuela celebrará elecciones regionales y legislativas en un clima marcado por la desconfianza, la división opositora y denuncias de irregularidades. Aunque el gobierno de Nicolás Maduro afirma que el proceso cuenta con garantías democráticas, diversos sectores nacionales e internacionales cuestionan la transparencia y legitimidad de los comicios.
Organizaciones como Transparencia Venezuela han señalado que el proceso electoral carece de garantías mínimas. Entre las irregularidades denunciadas se encuentran la inhabilitación de candidatos opositores, obstáculos en la inscripción de postulaciones y la eliminación del código QR en las actas de votación durante el simulacro electoral, lo que dificulta la verificación de los resultados.
División en la oposición: participación vs. abstención
La oposición venezolana se encuentra dividida respecto a su participación en las elecciones. Mientras líderes como Juan Requesens y Henrique Capriles abogan por acudir a las urnas como una forma de resistencia y visibilidad política, otros, como María Corina Machado, llaman a la abstención, argumentando que participar en un proceso sin garantías solo legitimaría al régimen.
Presencia de observadores internacionales cuestionada
El gobierno ha anunciado la presencia de más de 400 observadores internacionales para supervisar las elecciones. Sin embargo, críticos señalan que la mayoría de estos observadores provienen de países aliados al chavismo, lo que pone en duda su imparcialidad y la efectividad de su labor de supervisión.
Contexto de tensiones y medidas restrictivas
En los días previos a las elecciones, el gobierno denunció supuestos planes de sabotaje y conspiraciones extranjeras, lo que llevó a la suspensión de vuelos desde Colombia y a la detención de varias personas acusadas de planear actos violentos. Estas medidas han sido interpretadas por algunos sectores como intentos de crear un ambiente de miedo y justificar posibles irregularidades durante el proceso electoral.
Incorporación del Esequibo en las elecciones
Una de las decisiones más controvertidas ha sido la inclusión del territorio en disputa del Esequibo como una entidad federal en las elecciones, a pesar de que está bajo soberanía de Guyana. La Corte Internacional de Justicia ha ordenado a Venezuela abstenerse de realizar elecciones en esa región, pero el gobierno ha desestimado esta medida y ha seguido adelante con la convocatoria.
Las elecciones regionales de este domingo se desarrollarán en un entorno de alta polarización, con serias dudas sobre su transparencia y legitimidad. La falta de garantías, las divisiones en la oposición y las medidas restrictivas del gobierno plantean interrogantes sobre la validez del proceso y su capacidad para reflejar la voluntad popular.