Bioplástico o plástico degradable no son alternativa
Allí, cada persona puede rellenar su botella gratuitamente y los contenedores de alimentos serán reutilizables, para lo que la ciudad trabaja actualmente en conectar a todos esos operadores necesarios para ejecutar el sistema.
Se evitarán también los objetos promocionales y los que hayan carecerán de embalajes o estos serán de materiales alternativos.
En todo caso, Justine Laurent puntualiza que el bioplástico o el plástico degradable no forman parte de esa alternativa y que la prioridad es que se eviten los desechables y se reemplacen “por nada o por el reúso”.
Laurent recordó que la ley en Francia ya prohibía muchos plásticos de un solo uso como la tapa de los envases para cafés y bebidas calientes y que los restaurantes aplican una reducción de precio a quienes proporcionan su propia taza para llevar.
Los Juegos Olímpicos lo que permiten es poner en marcha iniciativas como una con bebidas frías de la mano de uno de los patrocinadores principales de este evento deportivo, la multinacional Coca-Cola.
Los espacios que acogerán las competiciones carecerán de botellas de plástico con refrescos, que se servirán en vasos reutilizables o en botellas de vidrio reciclable.
A los turistas y sobre todo a las diferentes delegaciones nacionales se les proporcionará información sobre toda esta política a través de paquetes de comunicación que estarán dispuestos en restaurantes y hoteles.
París presume de que sus Juegos Olímpicos sean los primeros que cuentan con una persona en el equipo de planificación dedicada exclusivamente a la economía circular.
Dietas sostenibles y cambios en los hábitos de consumo
Otra gran capital europea como Londres estuvo este jueves también en Girona para presentar una acción de éxito en materia de residuos.
En este caso, un programa contra el desperdicio alimentario, el ReLondon, cuyo responsable, Antony Buchan, dirige de la mano del Ayuntamiento y de los 33 barrios que componen la ciudad.
La labor es prevenir ese desperdicio desde un punto de vista de lucha contra la crisis climática, “porque la producción de alimento está asociada a la de dióxido de carbono”, según precisó Buchan.
Los datos que puso sobre la mesa son que Londres importa el 99 por ciento de los alimentos que necesita al carecer de industria agricultora, que el 86 por ciento se consume en los hogares y que se lanza a la basura anualmente un millón de toneladas, de las que el 67 por ciento sería comestible.
ReLondon trabaja con la cadena de abastecimiento para que reduzca porciones, con escuelas, guarderías, hospitales, geriátricos, restaurantes y museos, pero también con la ciudadanía para que opte por dietas más sostenibles y modifique sus hábitos de consumo para no tirar tanta comida.
El objetivo de todo este programa es reducir a la mitad el desperdicio alimentario en 2030, un reto ambicioso en línea con el que desarrolla el Ayuntamiento de la ciudad francesa de Courbevoie.
Pañales reutilizables y calculadora que mide residuo cero
Su teniente de alcalde, Arash Derambarsh, explicó que su país aprobó en 2016 una ley que él impulsó para que los establecimientos de más de 400 metros cuadrados de superficie den salida a los alimentos que descartan.
Derambarsh quiso dar un paso más allá en su ciudad y ejercer de modelo para otros, para lo que impulsa que allí sean todos los comercios los que se sumen, independientemente de su tamaño.
Otros ejemplos de iniciativas de éxito que pasaron por Girona fueron el de unos pañales reutilizables que se utilizan en las guarderías de Bruselas (Bélgica), con una empresa que se encarga de la recogida, limpieza y entrega para nuevo uso, o la de una calculadora que mide el impacto de las políticas de residuo cero.
El Wasteinprogress cierra este jueves sus puertas después de tres días de conferencias e intercambio de conocimiento de administraciones, empresas y expertos en gestión de residuos con una cifra de balance final de 1.400 visitantes, lo que confirma a esta cita como referencia internacional del sector.