Rescatistas hallaron este miércoles cinco cuerpos sin vida en el alud de tierra que bloqueó la vía entre Bogotá y el suroeste de Colombia, elevando a 20 la cifra de fallecidos sin que terminen las labores de búsqueda.
“Tenemos al momento un saldo de 20 víctimas fatales”, entre ellos 5 menores de edad, además de 9 personas desaparecidas, indicó a los medios Álvaro Farfán, del cuerpo de bomberos. La emergencia se presentó la noche del lunes en Quetame, un municipio del departamento de Cundinamarca.
El movimiento de tierra y rocas, mezcladas con agua, arrasó un caserío del municipio de Quetame, en el departamento de Cundinamarca.
El martes, habían hallado a 15 víctimas del alud, que mantiene bloqueada a la altura del kilómetro 60 la vía entre la capital, Bogotá, y Villavicencio, la principal ciudad del sureste colombiano con unos 500.000 habitantes.
Farfán aseguró en la mañana que había tenido que detener sus labores por las malas condiciones del clima.
Más tarde informó que algunos cuerpos habían sido hallados en la zona donde ocurrió la tragedia y otros río abajo, víctimas de la avalancha.
El capitán agregó que las tormentas entorpecen la búsqueda y no descartó la posibilidad de otro movimiento de tierra.
“(Estamos monitoreando) con equipo tecnológico para poder identificar estos riesgos y en caso de ser necesario hacer la evacuación de nuestros grupos de primera respuesta”, concedió.
Añadió que desde el martes el río que baja de la montaña ha mostrado un “incremento” en su caudal.
Sin vía
La avalancha también tumbó un puente vehicular en la vía. Esa carretera, uno de los principales corredores de transporte de cargas en Colombia, estará cerrada al menos hasta el final de la próxima semana, según la gobernación de Cundinamarca.
El alcalde del municipio, Camilo Parrado, aseguró que el barro alcanzó los dos metros de altura en algunas zonas. Una parada de peaje estaba llena de fango y piedras.
La geografía montañosa y con muchos cauces de agua de la región hace que esta clase derrumbes sobre la vía sean habituales.
“La recurrencia de estos hechos fatales amerita una discusión (….) sobre medidas de fondo para la estabilización de la región. Propongo la configuración de una zona de reserva forestal a lo largo de la carretera y de sus afluentes hídricos”, escribió en su cuenta de Twitter el presidente, Gustavo Petro.
El mandatario izquierdista también anunció la apertura de “cinco vuelos adicionales” entre Bogotá y Villavicencio “para superar la emergencia”.
La temporada de lluvias en Colombia comenzó en junio y suele extenderse hasta noviembre. El año pasado dejó unos 300 muertos y 700.000 afectados, incluidas 34 personas que murieron cuando el autobús en el que viajaban quedó sepultado por un deslizamiento de tierra en el oeste del país.