Un día después, el 26 de diciembre, Francisco llevará el Jubileo a la cárcel romana de Rebibbia abriendo en su interior una Puerta Santa, como símbolo de esperanza y perdón, y después rezará el Ángelus.
Los ritos proseguirán la semana próxima, el martes 31 de diciembre, con la celebración de las Primeras Vísperas y el canto del ‘Te Deum’ de agradecimiento por el año que termina.
Mientras que en la mañana del 1 de enero oficiará la primera misa del 2025 por la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios. Las fiestas terminarán con la misa por la Epifanía del Señor el día 6 de enero, tras la noche de Reyes.
Francisco no tiene previsto abrir personalmente las Puertas Santas de las otras tres basílicas papales de Roma, las de San Juan de Letrán, Santa María La Mayor y San Pablo Extramuros.
A pesar que la primera sí que la abrió en el Jubileo extraordinario de la Misericordia que celebró durante 2016 (estos eventos cristianos pueden ser ordinarios, cada 25 años, o extraordinarios, convocado ante hechos de particular importancia).