El Gobierno de Biden ha insistido en los últimos años en que la seguridad de Estados Unidos podría verse en peligro si China logra producir estos chips extremadamente avanzados.
Estos componentes son fundamentales para operar sistemas de inteligencia artificial y supercomputadoras que pueden emplearse en ciberataques, diseño de nuevas armas y sistemas de vigilancia.
Entre las compañías afectadas por las nuevas restricciones figuran Shenzhen Pensun Technology Co, que colabora con el gigante chino Huawei, así como importantes fabricantes chinos de herramientas para chips como Piotech, ACM Research y SiCarrier Technology.
Específicamente, las nuevas normas restringen la exportación de 24 tipos de herramientas de fabricación de chips que hasta ahora no estaban reguladas.
Un aspecto novedoso de este paquete es la aplicación, en muchos casos, de la llamada “regla de producto directo extranjero” (FDPR, por sus siglas en inglés), que afecta a empresas no estadounidenses que utilicen chips fabricados con tecnología estadounidense en sus herramientas.
Esa regla específica busca limitar lo que empresas de otros países, así como compañías estadounidenses que operan en instalaciones en el extranjero, pueden enviar a China.
Según el Financial Times, Japón y Países Bajos estarán exentos de estas restricciones. Ambos países, junto con Estados Unidos, dominan la producción de equipamiento avanzado para la fabricación de chips y tendrán libertad para establecer sus propias normas.
Este nuevo paquete de restricciones llega pocas semanas antes de que, el 20 de enero de 2025, Joe Biden deje la Casa Blanca y asuma la presidencia Donald Trump, quien se espera que mantenga muchas de las políticas de mano dura de Biden hacia China en el ámbito tecnológico.