Dentro del seno de Hizbula, ocupó diferentes cargos, primero como responsable en Baalbeck y después en la Bekaa.
Durante un breve periodo compartió la jefatura del movimiento en Beirut junto a Sayyed Abraham Ameen hasta que se decidió separar el ala política de la militar.
Sayyed se encargó de la sección política y Nasrallah tomó posiciones en Beirut. Seguidamente se creó el Consejo Consultivo que llegó a presidir.
En febrero de 1992, el Consejo de Hizbula lo nombró secretario general de la organización dos días después de que su predecesor, Abbas Moussavi, fuera asesinado por un comando israelí.
Este cargo lo fue renovando a lo largo de los años.
En 1992 Hizbula, financiada y armada por Irán con el beneplácito de Siria donde tiene oficinas, entró en el Parlamento después de las primeras elecciones legislativas tras la guerra (1975-1990).
En los comicios de 1996, logró siete diputados y dos “aliados” y en las elecciones de 2000 doce, y en 2005, 14 y actualmente cuenta con 13 escaños de un total de 128, obtenidos en las elecciones legislativas de mayo de 2022.
En 2002 Hizbula fue incluida por Washington en su lista de organizaciones terroristas.
El 29 de enero de 2004, Nasrala alcanzó con Israel un acuerdo histórico para canjear prisioneros y cadáveres de soldados, si bien insistió en que eso no significaba cesar su lucha contra Israel.
En febrero de 2005, se posicionó del lado de Siria después de que se viera presionado para retirar sus tropas de Líbano a raíz del atentado contra al ex primer ministro Rafic Hariri, y del que se responsabilizó a Siria.
En julio de 2006, escapó de un ataque en su domicilio en el que resultó ileso después que su grupo secuestrara a dos soldados israelíes. Este fue el detonante para que Israel emprendiera ese mes una de las mayores ofensivas contra el grupo, que se prolongó hasta el 14 de agosto tras el alto el fuego decretado por la ONU y que causó centenares de muertos.
Oculto desde que se inició de este conflicto, hizo su primera aparición pública el 22 de septiembre en un mitin multitudinario en el que celebraron la victoria.
En agosto de 2008, anunció un canje de prisioneros con Israel al tiempo que dijo estar dispuesto a cualquier reunión política en aras de la paz.
En agosto de 2010, fue objeto de polémica al dar a conocer a través de videoconferencia fotos sobre la presunta implicación de Israel en el asesinato del ex primer ministro libanés Rafic Hariri, en 2005.
El mismo Nasrala reveló en julio que había recibido información de que el tribunal especial que investigaba el caso iba a acusar del crimen a militantes “indisciplinados” de su grupo, si bien aseguró que no iba a aceptar esos cargos.
En mayo de 2013, volvió a posicionarse al lado de Siria cuando milicianos de Hizbula combatieron junto al régimen de Bachar el Asad en su lucha contra los rebeldes en la región de Quseir, fronteriza con Líbano.
Respecto a su representación parlamentaria, en mayo de 2022 confirmó que su bloque había perdido la mayoría en el Parlamento tras las elecciones aunque no descartó que en el futuro lograran sumar los 64 apoyos necesarios para recuperarla.
Tras el estallido de la guerra entre Hamás e Israel en octubre de 2023, Hizbula tomó parte en el conflicto con el lanzamiento de cohetes y misiles antitanques, en una intervención que en último término le ha costado aparentemente la vida, la espera de que el movimiento chií confirme su muerte.