Por otro lado, la situación en Venezuela ha generado una serie de movilizaciones internas. El domingo, María Corina Machado y Edmundo González, líderes prominentes de la oposición, encabezaron una multitudinaria marcha en Caracas.
La manifestación se llevó a cabo frente a la sede de Naciones Unidas en la capital venezolana, donde Machado dirigió un fuerte mensaje al gobierno y a la comunidad internacional.
“Muchos venezolanos que alguna vez creyeron en el chavismo, hoy están con nosotros. No puede haber agresiones entre ciudadanos, lo que estamos combatiendo es el fraude del régimen, no podemos agredir ni a policías, militares, nadie. Todos nos defendemos, nos organizamos. Hoy enviamos un mensaje a esas instituciones: ustedes saben lo que pasó, fueron testigos en cada centro de votación”, afirmó Machado durante la marcha.
Machado también destacó que los ciudadanos venezolanos fueron testigos del “triunfo de un país frente a una tiranía” y subrayó que el deber de las instituciones internacionales es defender la soberanía popular y proteger al pueblo venezolano.
La protesta en Caracas refleja el profundo descontento entre la oposición y una gran parte de la población que cuestiona la legitimidad de los comicios.
La concentración, que reunió a cientos de personas, sirvió para expresar el rechazo a los resultados electorales y exigir un proceso más transparente y justo.
La posición de Estados Unidos sobre las elecciones en Venezuela pone en evidencia la creciente presión internacional sobre el régimen de Maduro. La demanda de la Casa Blanca por una revisión exhaustiva de los resultados y su apoyo a las aspiraciones democráticas del pueblo venezolano reflejan la preocupación global por la integridad del proceso electoral en el país sudamericano. A medida que se desarrolla la situación, la comunidad internacional y los actores locales continúan observando de cerca los acontecimientos, con la esperanza de que se haga justicia y se respete la verdadera voluntad del pueblo venezolano.