El presidente ruso, Vladímir Putin, clamó hoy venganza contra los responsables del atentado terrorista del viernes en una sala de conciertos en las afueras de Moscú, que se ha cobrado ya la vida de 133 personas, una cifra que va en aumento conforme avanzan las labores de búsqueda y rescate.
“Todos los autores, organizadores y los que encargaron este crimen recibirán un merecido e irremediable castigo, sean quienes sean e independientemente de que los hayan enviado”, dijo Putin durante un mensaje a la nación transmitido por la televisión rusa.
En la alocución, que duró cinco minutos, Putin destacó que ya han sido detenidas once personas en relación con el ataque terrorista, el mayor que ha sufrido Rusia desde la matanza de Beslán, hace veinte años.
Pero, además de detener a los cuatro terroristas y sus siete cómplices, todos ellos extranjeros, Rusia sigue investigando la tragedia para dar con quienes les ayudaron con el transporte, itinerario para la fuga y les proporcionaron un escondrijo para el armamento y la munición.
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La mano negra de los organizadores
Putin no especuló sobre los autores intelectuales del atentado, aunque sí mencionó que los cuatro terroristas detenidos intentaron huir a través de la frontera ucraniana.
“Intentaron darse a la fuga y se dirigían a Ucrania, donde, según datos preliminares, les habían preparado una ventana del lado ucraniano para cruzar la frontera”, explicó.
La Presidencia ucraniana negó el viernes categóricamente que Kiev tenga algo que ver con el atentado en territorio ruso, refutación respaldada por Estados Unidos.
Mientras, el grupo terrorista Estado Islámico (EI) difundió este sábado una imagen de los cuatro presuntos responsables del atentado del viernes.
La imagen fue difundida por la agencia Amaq, el principal canal propagandístico de la organización, y en ella aparecen cuatro personas con media cara tapada, gorra y los ojos pixelados delante de una gran bandera del Estado Islámico.
De acuerdo con Amaq, tres de estos supuestos terroristas “comenzaron a disparar contra la multitud” en la sala de conciertos Crocus City Hall, mientras que el cuarto le prendió fuego a la instalación “utilizando bombas incendiarias que habían sido preparadas de antemano para este propósito”.
La fuente apuntó que durante el atentado se emplearon ametralladoras, una pistola, bombas incendiarias, y cuchillos que se utilizaron para “degollar a varios dentro de la sala y en los pasillos”, mientras que indicó que los supuestos yihadistas apuntaron a la cabeza de los asistentes al evento.