El 95 % de las víctimas de violencia sexual atendidas por MSF eran mujeres y quienes trataron de defenderlas fueron atacados e incluso asesinados.
“Lo que hemos evidenciado y escuchado de ellos es que quienes transitan por América del están expuestos a una situación de extrema vulnerabilidad: hambre, ausencia de alojamientos y fuentes de agua, cobros excesivos, desinformación y estafas, xenofobia y violencia física, psicológica y sexual”, dijo Eguiluz.
Violencia en toda la región
El suplicio de los migrantes, según Eguiluz, arranca mucho antes de que los migrantes lleguen a la selva del Darién, “aunque sea allí en donde se hace evidente”.
“Desde Perú tomé un autobús que me llevó a Huaquillas (ciudad de Ecuador fronteriza con Perú). Allí unos hombres nos llevaron a 10 migrantes y nos robaron toda la plata, a las mujeres las hacían desnudar, se llevaron los teléfonos también y decían que, si hablábamos, nos mataban. Cargaban cuchillos y pistolas”, cuenta David Fuentes, un migrante colombo-venezolano.