La reanudación de las deportaciones para venezolanos llega dos semanas después de que la Administración de Joe Biden anunciara la expansión del permiso migratorio conocido como Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés) para que 472.000 venezolanos puedan trabajar y residir legalmente en Estados Unidos.
En la misma rueda de prensa, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, aseguró que su país está comprometido con la “protección” de aquellos venezolanos que sí califiquen para el programa de refugiados venezolanos.
El jefe de la diplomacia estadounidense opinó al mismo tiempo que las deportaciones son “una pieza clave” para “estabilizar” el fenómeno migratorio del continente.
Además, recordó que los otros países de la región también tienen, bajo su perspectiva, la obligación de “expandir las vías legales” para absorber a los migrantes, de modo que no todos vayan a EE.UU.
El anuncio llega en medio de un aumento en las detenciones de personas que intentan cruzar de manera irregular la frontera de EE.UU. y México, con más de 180.000 migrantes detenidos solo en el mes de agosto.